El plomo es un metal utilizado desde la más remota antigüedad. Los usos finales del plomo han variado de forma drástica en lo que va de siglo. Usos clásicos, como la fontanería, la plancha para industrias químicas y para la construcción, las pinturas y los pigmentos, los cables eléctricos, etc., han retrocedido de forma sensible. En la gasolina la utilización del plomo desapareció completamente del mundo en septiembre de 2021.
La realidad es que hay usos muy especiales del plomo, que le hacen indispensable o difícilmente sustituible como entre otros: